Se llama “Califas” a los toreros más destacados que han nacido en la ciudad de Córdoba, en alusión a los antiguos gobernantes de la zona durante el Califato de Córdoba, también llamado Califato Omeya de Córdoba o Califato de Occidente, un estado musulmán andalusí proclamado por Abderramán III en 929 y que perduró oficialmente hasta el año 1031. Los cinco Califas del Toreo, el honor máximo al que pueden aspirar los toreros nacidos en Córdoba, son Lagartijo, Guerrita, Machaquito, Manolete y El Cordobés.
“Califa del Toreo” es un título honorífico que se les ha concedido históricamente a los grandes matadores de la provincia de Córdoba. Este título fue creado por el escritor Mariano de Cavia quien nombró al primero de ellos al llamar Califa del Toreo a Rafael Molina "Lagartijo". El nombramiento de los tres siguientes califas (Rafael Guerra "Guerrita", Rafael González "Machaquito" y Manuel Rodríguez "Manolete") surgió de la gente de la ciudad, ya que eran toreros muy admirados por el pueblo.
El 29 de octubre de 2002, en un acto simbólico en el Alcázar de los Reyes Cristianos, el torero Manuel Benítez "El Cordobés" fue nombrado quinto Califa del Toreo por el Ayuntamiento de Córdoba como respuesta a la petición de numerosas asociaciones y colectivos de la provincia (entre ellos el ayuntamiento de Palma del Río, ciudad natal del torero).